Julio de la Puerta: pasión familiar por el toro y el caballo
El legado de don Julio de la Puerta y Castro se respira en cada rincón de la finca "La Valdivia". Su pasión por el toro bravo y el caballo sigue viviendo en cada uno de sus diez hijos y casi cuarenta nietos; algo que les mantiene unidos y que garantiza la continuidad de su obra ganadera.
Fue en el año 1972 cuando adquirió a Javier Solís, la mitad de la vacada de Bernabé Cobaleda, de puro origen Parladé - Conde de la Corte. Aunque años antes, don Julio había comprado a Curro Chica un resquicio de lo vazqueño del duque de Veragua. Desde los orígenes hasta la actualidad varios han sido los refrescos con diversos toros de origen Juan Pedro Domecq, aunque lo de veragua siempre lo han mantenido puro y totalmente por separado.
La satisfacción por mantenerse tantos años y el haber sabido evolucionar y adaptarse, es fruto del trabajo y la dedicación de la familia para continuar lo que empezó don Julio de la Puerta. Prueba de ello es el gran nivel y la regularidad alcanzada durante estos últimos años, con cinco toros indultados. Tres de ellos, son hijos de "Anegado", que se ganó el derecho a regresar a "La Valdivia" el 17 de agosto de 2008. Fue lidiado por El Fandi - gran conocedor de la divisa sevillana - y es un toro que está aportando un plus de calidad, profundidad y transmisión a la ganadería.
La selección en estos últimos tiempos está siendo clave para poder ver esos resultados tan satisfactorios en las plazas. A sus futuras madres se les exige bravura en el caballo, yendo seis o siete veces al peto. Ya en la muleta, deben demostrar clase, fijeza, acometividad, humillación y el querer ir siempre pa'lante, condición indispensable para poder pasar el duro examen del tentadero.
Durante la interesantísima conversación con Julio de la Puerta hijo, nos contó una de esas anécdotas que dan buena prueba del comportamiento del toro bravo en el campo. Nos cuenta Julio que en el año 2016 tuvieron que criar a biberón a un toro que bautizan como "Mantecao". Desde entonces, los vaqueros y demás trabajadores de la ganadería, podían acercarse y acariciar al animal mientras le daban de comer a diario. Un buen día, cuando realizaban el tentadero de machos - tan arraigado en esta casa ganadera -, "Mantecao" después de haber sido derribado, se arrancó de lejos al caballo de picar con gran bravura y codicia. Hecho que sorprendió a los ganaderos y llevó a advertir al vaquero para que al día siguiente no se acercase al toro cuando fuese a echarle de comer. La sorpresa fue, que al día siguiente, "Mantecao" siguió permitiendo que le acariciaran. Su historia no termina ahí, y es que ya de utrero fue tentado a puerta cerrada por El Fandi siendo extraordinario y muy bravo. Después de torearlo, el bueno de "Mantecao" volvió a permitir esos cuidados y esas caricias hasta que desgraciadamente murió en el campo.
Enhorabuena a toda la familia de la Puerta Garcia-Corona por su dedicación a mantener el legado de D Julio. Siempre es una alegría acercarse a ellos.
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