Finca La Calderona: afición y respeto por el toro de la calle



La Finca La Calderona es el baúl de los sueños de dos apasionados del toro bravo. Pedro Verdegal y Óscar Usó, son amigos desde la infancia, compañeros de muchas tardes de toros por los pueblos de la Comunidad Valenciana y desde 2003 socios en el duro mundo de la ganadería brava, más concretamente en los olvidados centros de concentración de lidia - habitualmente conocidos como "cebaderos" -.











Junto a su peña de Burriana, desde siempre habían comprado sus toros en los centros de concentración de la zona, hasta que su inconmensurable afición les llevó en 2003 a aventurarse y comprar 8 toros de Buenavista y de Villamarta, llevándolos a la Virgen de la Estrella de L'Alcora para comenzar su periplo en este complicado mundo. Siguieron así hasta el año 2009, cuando se trasladaron a la Finca Ilusiones de La Vall d'Uixó. Allí estuvieron solo dos años, puesto que las características de esta finca no les permitía tener más de 12 toros, y por aquel entonces las peñas de la zona ya sabían de sobra el buen hacer de estos dos jóvenes y necesitaban más toros para abastecer su mercado.










Desde 2011, Óscar y Pedro, tienen en La Finca la Calderona toros de las ganaderías más afamadas y de más garantías para las calles. Durante todo el año viajan en busca de los mejores toros de la cabaña brava para acercarlos a su zona. Buena prueba de ello es que hierros de primera como Cebada Gago, Núñez del Cuvillo, Gerardo Ortega, Arcadio Albarrán, Santiago Domecq, El Torero, Torrealta, Montalvo, Torrestrella, El Pilar y un largo etcétera, son habituales todas las temporadas en sus instalaciones para posteriormente pisar las calles tanto de la Comunidad Valenciana, como de otros lugares de la geografía española.











Su espíritu de ganaderos hace que ellos no lleven este centro de concentración de toros de lidia como uno más. Aunque les encantaría criar sus propios animales, y los años de experiencia y de aprendizaje sirviesen como aval, las muchas dificultades para ser ganadero de bravo en pleno siglo XXI, alejan por el momento este sueño. Pero, mientras tanto, Óscar y Pedro viven su afición buscando los mejores toros, mimándolos y preparándolos para que salgan a las calles y ofrezcan el espectáculo que buscan los muchos aficionados que confían en ellos. Poder ver sus toros día a día o ver una arrancada galopando con todo en cualquier calle, compensa todas las dificultades y sinsabores con los que tienen que lidiar en el día a día.










Desde estas líneas queremos mostrar nuestro respeto y admiración por estos GANADEROS, por su gran labor y por su infinito amor por el toro bravo. Simplemente, gracias.




































 

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