Reta de Casta Navarra: un reencuentro con la historia




De no ser por la predominante incoherencia que impera en la sociedad actual y por los prejuicios existentes entre los falsos animalistas, la historia de la Casta Navarra bien merecería ser contada en medios de comunicación generalistas; una historia de lucha constante en la que generación tras
generación, una serie de apasionados, han luchado incansablemente por mantener una raza única.













Su origen data de finales del siglo XIV, siendo considerada como una de las siete castas fundacionales. Vivió su máximo
apogeo en la lidia antigua del siglo XVIII y XIX, hasta que con la llegada de Joselito y Juan Belmonte, y la importancia del
tercio de muleta, la Casta Navarra quedó relegada de la lidia ordinaria y se ha mantenido hasta nuestros tiempos gracias al arduo trabajo y el amor que personas como Miguel Reta han sentido por esta raza y todo lo que envuelve su historia.













En los años 90, la problemática de la tuberculosis obligó a sacrificar multitud de 
animales en Navarra, y a punto estuvo
de suponer el fin de la Casta Navarra, de no haber sido por el plan de recuperación de razas en peligro de extinción que elaboró Miguel Reta con la ayuda de otros veterinarios y ganaderos, entre los que se encontraba Victorino Martín.
A raíz de su trabajo para la administración navarra, allá por el año 1996, a Miguel le surgió la oportunidad de comprar ganado de Nicolás Aranda y así comenzar su aventura como ganadero de Casta Navarra. Posteriormente, fue incorporando
animales puros de las cuatro líneas restantes que quedan de esta casta, Adolfo Lahuerta, Vicente Domínguez, Ángel Laparte y José Arriazu.













Durante estos más de 20 años, Miguel Reta y su familia, además de mantener y reunir en pureza la Casta Navarra, están realizando una importante labor de selección para que los toros de esta
casta fundacional vuelvan a verse en la lidia ordinaria. Victorino Martín fue quien le dio ese empujón para que comenzase a seleccionar para la lidia, y sin lugar a dudas,
una de las personas que más ayudó en los inicios a Miguel. Después de más de 100 años en los que estos animales de Casta
Navarra han sido únicamente seleccionados para los festejos populares, la búsqueda de la bravura no está siendo fácil y según nos cuenta el propio ganadero, "se necesitan muchos más años para
poder afianzar estas características, ya en estos momentos continúan saliendo esos animales que siguen acordándose de sus antepasados".













Después de más de 20 años de exigente selección, posiblemente sea el momento de empezar a ver estos frutos. Miguel Reta nos comenta que no terminaba de ver el momento ideal, pero como siempre en esta vida, el tren pasa una vez y hay que cogerlo. Tenía claro que este debut debía ser en Francia, y concretamente en Céret, puesto que su afición ha estado pendiente del proyecto desde los inicios, y es quien mejor puede entender el devenir del festejo. En un principio, estaba previsto que dicho debut fuese con una novillada picada, pero el difícil manejo de estos animales y las características de la finca "La Tejería" - adaptada al manejo para los festejos populares - hizo que finalmente no se pudiese lidiar. Tras estos problemas, Miguel decidió enfundar los novillos y apostar por debutar en un corrida de toros. Después vino la pandemia, la incertidumbre e innumerables impedimentos, pero
finalmente el próximo 17 de julio en la plaza de toros de Céret se vivirá un acontecimiento histórico.













Desde Vida de Bravo queremos agradecer profundamente el trato de Miguel Reta
y deseamos toda la suerte del mundo en este festejo, tanto al ganadero como a ADAC Céret por la apuesta.








 

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