Aurelio Hernando: reserva Veragua en plena sierra de Guadarrama




En el seno de una de las comarcas históricas en la cría del toro bravo, la sierra de Guadarrama se convierte en guardiana de uno de los pocos vestigios de Veragua que permanecen hasta nuestros días, el que conserva el ganadero madrileño Aurelio Hernando. 













El origen de dicha ganadería procede de la de Enrique García, quien a su vez había adquirido en el año 1951 había adquirido a José Enrique Calderón reses procedentes del Duque de Veragua. En el año 1993 Aurelio Hernando Arroyo se asocia con Javier Gallego García - uno de los nietos de Enrique García - y crean el hierro Hernando-Gallego, con 17 vacas y el semental "Faisanito". La sociedad llega a su fin en el año 2002, cuando se dividen en partes iguales, quedándose Aurelio Hernando con 60 vacas y el semental número 18 "Chocito", así como los derechos del hierro. Toma antigüedad en agosto de 2013, lidiando una novillada completa en la plaza de toros de Las Ventas, y en la actualidad cuenta con 160 vacas de vientre y 7 sementales, luchando para conservar el legado genético veragüeño.















En "La Cerca del Cura", las reses de Aurelio Hernando hacen gala de su espectacular belleza. Las capas jaboneras en todas sus tonalidades son las que predominan, aunque aparecen también muchos animales negros y algunos berrendos, producto de saltos y retrocesos genéticos. Son toros serios y robustos, pero bajos y de armónicas hechuras. El principal interés en su lidia reside en la gran variedad de comportamientos que pueden presentar, aunque son toros que suelen ser fríos de salida y que galopan con franqueza. La emoción es lo más importante para el ganadero, y es a lo que aspira con una selección en la que el caballo resulta un buen termómetro de la bravura, pero siempre intentando equilibrar esa pelea en varas con un buen comportamiento en la muleta. La selección siempre resulta complicada y fundamental en el devenir de la ganadería, pero en este caso en el que hay que luchar con la consanguinidad, se convierte en tarea clave para poder mantener este tesoro genético.















Desde Vida de Bravo queremos agradecer el trato al ganadero, y desearle mucha suerte.



























































 

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